jueves, 1 de octubre de 2015

LOS HIDRÓGENOS PARTE 2

LOS HIDROGENOS PARTE 2
Por: Maurice Nicoll

LA OCTAVA DE ALIMENTO

En esta ocasión sólo hablaremos de la octava de alimento.

Considerado como una octava, el rayo de la creación, que se inicia con la nota Do en el nivel más alto del absoluto y llega a la nota Re por debajo del nivel de la luna, es una octava descendente: Do-Si-La-Sol-Fa-Mi-Re.

Una vez que se capta el concepto de los Hidrógenos o niveles de energía, que se forman en diferentes puntos de la escala descendente de creación se ve que no puede ser una escala ascendente.

El absoluto se compone de la materia más fina posible.

Es el nivel de energía superior.

No cabe la posibilidad de que exista una materia más elevada, más fina, ni una energía más sutil y penetrante.

El acto de creación, por lo tanto, no puede tener la forma de una octava ascendente, porque implicaría la creación de materias cada vez más finas con relación a las que pertenecen al punto inicial, es decir, el absoluto crearía algo más fino que él mismo, lo cual es imposible.

Pero el hombre tiene la posibilidad de crear materias más finas en si mismo.

Es creado como un ser que se desarrolla, es decir, puede crear algo más fino que él mismo y así ascender en la escala de creación.

En una próxima charla explicaré como puede crear energías más finas.

El rayo de la creación es, pues, necesariamente una escala descendente y las materias-energías que le pertenecen en diferentes puntos de su descenso se acrecientan necesariamente en densidad y tosquedad.

Se vuelven cada vez más groseras a medida que se alejan del origen del rayo, del absoluto mismo.

Lo demuestran los números que se relacionan con los Hidrógenos:

H 6, H 12, H 24, y así sucesivamente.

Cada número señala una energía más densa o más grosera.

Así los Hidrógenos se vuelven cada vez más densos o groseros a medida que descienden en el rayo de la creación y esto se ve claramente en los diagramas donde se muestran las relaciones de los Hidrógenos con su posición en el rayo de la creación.

Ahora bien, aunque la octava de creación misma es una octava descendente, las octavas en la máquina humana son todas octavas ascendentes.

Siguen un camino invertido.

Los tres Hidrógenos que el hombre utiliza para vivir en el universo penetran en él desde el exterior y forman los puntos de partida o Does para las octavas ascendentes y esta es la vida para el hombre.

Es decir, el hombre como ser viviente transforma la materia-energías inferiores en materia-energías superiores.

Esta es la vida.

La vida es transformación.

El hombre transforma Hidrógenos inferiores en Hidrógenos más finos.

Esta noche solo nos ocuparemos de la octava de Alimento, que se inicia Hidrógeno 768 y es llamada "alimento para el hombre".

Es transformada finalmente en Hidrógeno 12 en una serie de sucesivos grados, que constituyen una octava ascendente:

Do 768 se transforma en Re 384; Re 384 se convierte en Mi 192 y asi prosigue transformándose.

Como lo hemos señalado la última vez, presento estos diagramas en la forma más abreviada y sencilla pasible.

Ahora bien, esta escala ascendente de alimento en su totalidad representa las sucesivas etapas en la digestión del alimento ordinario que se toma por la boca y es llevado al cuerpo, desde el punto de vista del trabajo.

Existen muchas etapas y grados en la digestión.

La primera digestión o transformación tiene lugar en la boca, continua en el estómago, etc., y esto es muy fácil de comprender.

Es lo que llamamos "digestión del alimento".

El alimento que comemos es primero transformado en una forma más fina y como tal empieza a penetrar, a través de las paredes del estómago, en la linfa y el torrente circulatorio.

En esta etapa es llamado (en el trabajo) Hidrógeno 384 o "agua" en la nota o etapa Re.

Sin embargo, cometeríamos un grave error si pensáramos que este es el fin del proceso de la "digestión del alimento" en la máquina humana.

Sólo ha empezado.

Es la primera etapa de la plena digestión en el sentido del trabajo.

El Hidrogeno 384 pasa al Hidrógeno 192 llamado "aire", en la etapa o nota Mi.

Todo lo que me limitaré a decir aquí es que así como una digestión equivocada o defectuosa puede tener lugar en el paso del Hidrógeno 768 al Hidrógeno 384 en el estómago, etc., lo cual es la digestión ordinaria, así otra clase de digestión equivocada puede tener lugar en el paso del Hidrógeno 384 al Hidrógeno 192, y esto tiene que ver con el aire que respiramos.

Es decir, la digestión en esta etapa no puede proseguir sin aire.

Pero, en esta sencilla explicación, este tema no tiene cabida aquí y por eso volveremos luego sobre este particular.

El Hidrógeno 192 pasa entonces al Hidrógeno 96 y a la nota Fa.

Esta es otra etapa de la digestión.

El Hidrógeno 96 en la nota Fa, o Fa 96 es llamado "Magnetismo Animal".

También se le dan otros nombres.

Lo importante es que su materialidad se sitúa entre los Hidrógenos groseros y visibles y los Hidrógenos finos e invisibles o psíquicos.

Cabe observar que es producido en el piso intermedio de la fabrica de tres pisos que constituye la máquina humana.

Examinemos un momento este Hidrógeno 96, que aparece aquí bajo el signo o en la nota Fa.

Fa 96 es llamado "Magnetismo Animal" por falta de un termino mejor.

Si lo llamamos sencillamente vitalidad o salud, no emplearemos el término correcto.

Está relacionado con la vitalidad o la salud y empero no es la misma cosa.

La vitalidad física o la salud dependen igualmente de la cantidad conveniente de Hidrógeno 384 y de Hidrógeno 192.

El termino "Magnetismo Animal" significa algo "animal" y así en cierto modo algo "físico", una especie de vitalidad o salud: el término "magnetismo" denota que está en un nivel superior.

Un hombre puede no gozar de buena salud física, en el sentido ordinario de la palabra, y sin embargo poseer elasticidad y fortaleza que proviene de tener Fa 96.

Una persona, por cierto, puede estar enferma físicamente y sin embargo poseer suficientes cantidades de la sustancia llamada Fa 96 para que pueda trascender la enfermedad, y por otra parte puede estar bien físicamente y poseer insuficientes cantidades de Fa 96 y carecer del poder de hacer que los demás se sientan bien.

Hace mucho tiempo alguien pregunto a Gurdjeff qué significa Fa 96: contestó que si se tenía suficiente cantidad de este Hidrógeno "las pulgas no lo picarían".

Claro está, algunas de las personas que oyeron esta respuesta se sintieron naturalmente heridas y la consideraron grosera e impertinente.

Pero ésta respuesta expresa exactamente ésta idea.

Fa 96 es algo que nos protege, por así decir, como una "envoltura" que nos rodea.

Examinemos ahora su posición.

Como se dijo, es elaborada en el segundo piso.

Como saben, en el diagrama de los centros del hombre, el centro emocional está en el segundo piso.

Lo domina.

Por lo tanto la formación de Fa 96 sufre una interferencia si el estado emocional es equivocado.

Las emociones negativas, la desesperación, el temor nervioso, la imaginación equivocada, la envidia, la depresión, la ansiedad, la antipatía crónica, el sufrimiento constante, etc., son todos estados negativos del centro emocional.

Tales estados al tener lugar en el segundo compartimiento de la maquina humana pueden impedir la formación de Fa 96 en cantidades suficientes y así vacían al hombre de esta importante sustancia.

Entonces es privado de su "magnetismo animal".

Es decir, este paso en la digestión del alimento es interferida y de este modo sufre una forma particular de "indigestión" que impide en ese punto, a la octava de alimento, seguir desarrollándose de una manera correcta.

A veces la gente muy negativa, o algunas clases de enfermos pueden vaciar a una persona de Fa 96 —pero sólo si se identifica con ellos.

Entonces se siente uno vacío, aunque en otros sentidos se sienta muy bien, mientras que el contacto con una persona con Fa 96 confiere energía.

La gente por lo general negativa, y especialmente aquella que es malvada debido al largo desarrollo de su envidia y odios se alimenta con el Fa 96 de otras personas y en realidad se deleita en agotarlas, especialmente en el caso de los jóvenes.

Son verdaderos vampiros, por así decir, que chupan el aspecto de la sangre llamado Fa 96.

Es preciso evitar el contacto con ellas.

De modo análogo, la gente deprimida, aburrida, que no hace esfuerzo alguno en la vida, puede vaciar sin proponérselo a otra persona de esta muy importante fuerza.

Más por el momento basta recordar que los estados negativos en uno mismo pueden impedir la formación correcta de Fa 96, que es una energía muy importante en la máquina humana y nos protege de muchos males, tanto físicos como psíquicos.

La próxima etapa (en la plena digestión del alimento según el punto de vista del trabajo) es el paso de Fa 96 a Sol 48.

Este Hidrógeno 48 es el primer Hidrogeno mental o psíquico.

Es la materia-energía más baja empleada por el pensar.

Es usada en el aspecto formativo del centro intelectual —la parte ordinaria que piensa en la vida.

Si la formación de Fa 96 es interferida —digamos, por estados negativos, por la consideración interior, por la compasión de si, o por cualquier otra causa —entonces la elaboración de Sol 48 es escasa.

De modo que la persona no puede concentrarse, no puede pensar claramente, no puede esforzar su mente.

Y esto es a menudo la primera señal de un colapso nervioso.

La próxima etapa en la "digestión" —es decir, la transformación— consiste en el paso de Sol 48 a La 24.

Hidrógeno 24 es la energía (o "combustible") que hace funcionar el centro emocional.

Este "petróleo" puede ser usado enteramente en las emociones negativas, en cuyo caso la última etapa de la digestión del alimento —a saber, el paso de La 24 a Si 12— sufre una interferencia.

El Hidrógeno 12 es la energía que hace funcionar el centro sexual.

Este centro trabaja escasas veces con su propia energía.

Ahora bien, todo esto ha sido dicho en forma demasiado sintética y verán que aún se pueden decir muchas otras cosas.

Es preciso que comprendan, como principio, que la plena digestión del alimento en la maquina humana (en la enseñanza del trabajo) consta de seis etapas.

Va mucho más allá de la común idea científica de "digestión".

Y verán que en cada etapa puede tener lugar una mala transformación o "indigestión".

Ahora bien, en un hombre equilibrado todas las diferentes energías o Hidrógenos o "Petróleos" son empleados en cantidades apropiadas en sus diferentes puntos de elaboración.

Pero supongamos a un hombre empeñado en un trabajo formativo.

Digamos que estudia noche y día.

Emplea el Hidrógeno 48 —es decir, Sol 48— para este propósito.

Si gasta demasiado Hidrógeno 48, entonces muy poco, o nada, queda para el próximo paso a La 24 y Si 12.

Su vida emocional y sexual padece hambre.

En otras palabras, se produce el uso y el mal uso de cada Hidrogeno en el cuerpo.

Porque si un hombre no usa bastante Hidrógeno 48 —es decir, nunca trata de pensar, nunca empeña su mente en algo—entonces se produce una equivocada acumulación de H 48 en el centro en el cual debería ser empleado.

Luego esto envenena el centro.

Pero hablaremos de este tema en una forma más extensa en otro momento.

Basta recordar que ni una sóla actividad, ya sea física o psíquica, es posible salvo con la apropiada y correcta cantidad de energía—es decir, el Hidrogeno necesario.

No se puede pensar o sentir o tener sensación alguna o moverse sin que esté presente en la máquina humana el particular y necesario Hidrógeno para este propósito.

Todos ustedes saben que, cuando están gravemente enfermos, les es imposible pensar o sentir o moverse mucho.

Esto se debe a que la octava de alimento con todas sus diferentes energías o Hidrógenos que derivan de ella están trabajando con una intensidad muy baja.

Pero ocurre a veces que se come un alimento equivocado.

Es decir la interferencia se produce al comienzo —768.

Empieza equivocadamente.

Luego, puede faltar el aire —que pertenece a 192, como se explicará.

También puede ser negativo —esto interfiere con 96 y 24 y es cosa muy seria.

O no se piensa bastante, o demasiado— esto implica 48 y también 24 y 12.

Pero todo esto es demasiado complejo para que ahora lo explique sino de un modo general.

Lo que es preciso entender es sencillamente el principio general.

Basta comprender que las funciones equivocadas, que el pensamiento equivocado, interfieren todo el proceso.

Maurice Nicoll






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