jueves, 28 de enero de 2016

LOS HIDRÓGENOS Y LA TRANSFORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES

LOS HIDRÓGENOS Y LA TRANSFORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES

Con el fin de proseguir este tema acerca de la transformación de las impresiones les haré esta clase de pregunta:

¿Qué es lo que impide que las impresiones se transformen en nosotros?

¿Por qué esto no se produce siempre?

Estudiemos otra vez este tema.

Las impresiones deben proseguir en su octava hasta llegar a Mi 12.

Recordaran ustedes que entran como Do 48, pero no siguen su transformación.

Es preciso recordar también que el primer choque consciente hace que las impresiones prosigan su desarrollo, a saber, al Hidrógeno 24 y luego al Hidrógeno 12.

Es decir, por medio del primer choque consciente, Do 48 se convierte en Re 24 y luego en Mi 12.

Ahora es preciso recordar y comprender claramente dos cosas:

1) El primer choque consciente no sucede en el hombre dormido. Es un esfuerzo consciente que requiere un conocimiento especial y la observación de si y se produce en relación con la entrada de las impresiones de vida y las reacciones mecánicas a ellas de una persona.

De un modo general, consiste en ver el objeto y en ver las propias reacciones a él simultáneamente y sin estar identificado.

2) El primer choque consciente dado a la máquina humana aumenta las energías de dicha máquina en la forma de Hidrógeno 24 e Hidrógeno 12.

De resultas de ello cada célula en el cuerpo recibe un alimento diferente, esto es, hidrógenos más elevados.

Respecto de este segundo punto permítanme que les recuerde aquí que ni las funciones psíquicas ni las físicas del hombre se pueden comprender a menos que se aprehenda que las dos trabajan en diferentes estados de conciencia.

Si el primer choque consciente es aplicado, se llega al tercer estado de conciencia, de lo cual resulta que la máquina humana trabaja de un modo diferente, debido a nuevas energías, tanto en lo que respecta a las funciones psíquicas como a las físicas.

El tercer estado de conciencia es el estado de recuerdo de si, que el hombre debería poseer pero que perdió gradualmente a causa de las condiciones equivocadas de su vida.

Cabe decir que hoy ocurren en la forma de muy raros destellos.

Es la creación de este tercer estado de conciencia lo que forma el primer choque consciente, es decir, el primer objeto del trabajo es recuperar este estado perdido, a saber, que un hombre logre el recuerdo de sí hasta que con el tiempo no tenga simplemente raros destellos de creciente conciencia (sobre los cuales no tiene control), sino que obtenga la creación de crecientes grados de recuerdo de si mediante esfuerzos deliberados.

Estos esfuerzos, que pertenecen al primer choque consciente, obligan gradualmente a la máquina a trabajar más correctamente.

Muchas funciones equivocadas, tanto en la esfera psíquica como en la física, adquiridas por un equivocado trabajo de la máquina en los dos estados inferiores de conciencia —es decir, en la oscuridad— empiezan entonces a desaparecer por si mismas.

Retornemos ahora a la cuestión de lo que impide a Do 48 pasar a Re 24 y luego a Mi 12.

¿Por qué no sucede esto siempre?

Sucede en la niñez; y hasta cierto punto Mi 12 es creado en el cuerpo en la primera juventud.

Es preciso recordar su acción.

Pero a medida que la personalidad crece y se espesa en torno de la esencia, ocurre cada vez con menor frecuencia.

Es decir, las impresiones son interceptadas cada vez más por la personalidad.

Las impresiones que llegan a través de los sentidos caen, por así decir, en la gruesa red que detiene todo (salvo una ínfima parte, que pasa adelante y produce una pequeñísima cantidad de Mi 12).

Esta red es la personalidad, con sus fuertes topes, sus actitudes fijas, sus asociaciones mecánicas, sus rollos colocados automáticamente en movimiento, y sus ideas que creen conocer la realidad, ignorando todos los contradictorios "yo", y todas las diferentes formas de emoción negativa, adquiridas por imitación, con los hábitos de identificación, consideración, justificación de si, imaginación y mentira, centrados en la falsa personalidad.

Estos condicionamientos impiden que las impresiones prosigan con sus transformaciones normales.

En otras palabras, algo "opaco", se ha formado en el lugar donde entran las impresiones, y ha cerrado el paso a su curso ulterior.

Ahora bien, desde el punto de vista de las triadas, las impresiones que entran como Hidrogeno 48 no pueden pasar al Hidrógeno 24 a menos que esté presente el Hidrógeno 12.

El Hidrógeno 12 debe ser llevado al lugar de entrada de las impresiones.

La personalidad esta construida principalmente con Hidrógeno 48 —el Hidrógeno Formatorio—.

De esa manera las impresiones 48 caen en la personalidad 48, y ya que en consecuencia faltan elementos necesarios de la triada, ninguna transformación es posible.

En el caso del alimento —el alimento ordinario— es decir, el Hidrógeno 768, al ser tomado, se encuentra con los jugos gástricos, y sus activos fermentos, que pertenecen al orden de los Hidrógenos 192, y de ello resulta la transformación de 768 en 384.

Pero en el caso de las impresiones una vez que la personalidad esta formada, no se encuentran con ella "fermentos" activos correspondientes (en este caso Hidrógeno 12).

El trabajo mismo debe ser llevado a ese lugar para actuar como fermento, porque el trabajo hace que el hombre despierte y piense de una nueva manera.

¿Qué significa esto?

¿Cómo un hombre puede llevar el trabajo al lugar de entrada de las impresiones?

En suma, recordando emocionalmente el trabajo.

Cuando a través de una correcta observación de si el hombre comprende su propia incapacidad, y constata su mecanicidad tanto más emocional llegará a ser el trabajo para él.

El trabajo puede existir en nosotros como Hidrógeno 48.

Entonces esta simplemente en la personalidad, como algo formatorio, en la memoria.

Puede existir también en nosotros en términos de Hidrógeno 24. Entonces es emocional.

Puede llegar a ser asimismo tan valioso, tan importante para nosotros, que empezará a tener la intensidad de significado y significación que pertenece al Hidrógeno 12. En este caso, la falsa personalidad empezará a derrumbarse y el hombre se convertirá "en un niñito".

Si el amor de un hombre ya no llega a él, a las ideas habituales que tiene de si, a su extraña vanidad y estima de si —es decir, a la falsa personalidad— entonces la dirección de su voluntad cambia.

Cuando la valoración de la verdad de la enseñanza esotérica llega a ser más fuerte que la valoración de si, empieza a obrar sobre el hombre.

Empieza a considerar todas las cosas de distinto modo.

Su manera de reaccionar a la vida exterior cambia por completo.

¿Por qué no comprenden todos ustedes que la vida son impresiones?

Ya no reacciona más a las impresiones según su personalidad mecánica diciendo siempre las mismas cosas, sintiendo las mismas cosas, y así sucesivamente.

Empieza a obrar según el trabajo, es decir, de una manera por completo nueva.

El trabajo surge en el lugar donde la vida penetra en él como impresiones y permanece junto a él.

Empieza a ver la vida a través del trabajo y en lugar de perder el tiempo en centenares de inútiles consideraciones internas o reacciones negativas, o de identificación, acude al poder del trabajo para que lo ayude a cambiar esas reacciones mecánicas de las que tiene ahora conciencia por la observación y a transformar su modo habitual de tomar las cosas.

Empieza a vivir más conscientemente en el punto donde la vida entra en la forma de impresiones.

Maurice Nicoll




miércoles, 13 de enero de 2016

EL HIDRÓGENO 24 12 y 6

EL HIDRÓGENO 24, 12 y 6

¿Qué es y cómo obtener Hidrógeno 24, 12 y 6?

Respuesta de los libros del V.M. Samael Aun Weor.

Es urgente saber que en el Universo existen doce hidrógenos básicos fundamentales.

Los doce hidrógenos básicos están escalonados de acuerdo con las doce categorías de materia.

Las doce categorías de materia existen en todo lo creado, recordemos las doce sales del zodíaco, las doce esferas de vibración cósmica dentro de las cuales debe desenvolverse una humanidad solar.

De los doce hidrógenos básicos se derivan todos los hidrógenos secundarios cuyas variadas densidades van desde el 6 hasta el 12283.

El término hidrógeno tiene en gnosticismo un significado muy extenso. Cualquier elemento simple es realmente un hidrógeno de cierta densidad.

El hidrógeno 384 se encuentra en el agua, el 192 en el aire, el 96 está depositado sabiamente en el magnetismo animal, emanaciones del cuerpo humano, rayos X, hormonas, vitaminas, etc.

Ya los hermanos del movimiento gnóstico están muy familiarizados con los hidrógenos 48, 24, 12 y 6, debido a que los hemos estudiado en nuestros pasados mensajes de Navidad.

El hidrógeno 48 corresponde al cloro, CI, peso atómico 35.5; el hidrógeno 24 corresponde a la fluorina, Fl, peso atómico 19; el hidrógeno 12 corresponde al hidrógeno de la química, peso atómico 1.

El carbono, el nitrógeno y el oxígeno tienen los pesos atómicos de 12, 14 y 16.

El hidrógeno 96 corresponde al bromo, Br, peso atómico 80; el hidrógeno 192 corresponde al yodo, peso atómico 127.

Este interesantísimo tema de los hidrógenos pertenece al ramo de la química oculta o química gnóstica, y como quiera que es demasiado difícil, para bien de nuestros estudiantes preferimos estudiarlo poco a poco, en cada uno de nuestros mensajes de Navidad.

Samael Aun Weor. El Collar del Buddha

El ser humano necesita saber vivir, pero para ello, se tiene que aprender a digerir y transformar las impresiones y esto es vital para la comprensión.

Tenemos que transformar las impresiones si de verdad se quiere saber vivir.

Todas las impresiones que llegan a la mente tienen Hidrógeno 48.

Lastimosamente, el ser humano vive mecánicamente.

El hombre puede transformar el Hidrógeno 48 en 24 para fortalecer los chakras, el 24 en 12 para fortalecer la mente y el 12 por 6 para fortalecer la voluntad.

En la actualidad se necesita transformar la mente, pasar a un nuevo nivel mental o si no, las impresiones seguirán llegando a los lugares equivocados de siempre.

La gente cree poder ver las cosas desde diferentes ángulos y que es soberana, pero, no se dan cuenta que la mente humana está limitada por los preconceptos y prejuicios.

Samael Aun Weor. La Revolución de la Dialéctica


miércoles, 21 de octubre de 2015

EL HIDRÓGENO SEXUAL SI 12 Y EL CENTRO SEXUAL

GNOSIS
EL CENTRO SEXUAL
EL HIDRÓGENO SEXUAL SI-12
Por: samael aun weor

El maravilloso Hidrógeno  sexual Si-12 es la materia con la cual trabaja el sexo y que fabrica el sexo: es semilla, la semilla dentro de la cual se halla en estado latente EL ÁNGEL INTERNO.

Ya explicamos que con la transmutación del Hidrógeno sexual SI-12 podemos fabricar el verdadero cuerpo astral, el verdadero cuerpo mental y el legítimo cuerpo causal; en nuestros pasados mensajes hemos hablado muy claro sobre esto.

Ningún abusador del sexo puede fabricar los cuerpos existenciales superiores del ser y por ello esos infelices continúan después de la muerte con los vehículos lunares.

Solo fabricando los cuerpos solares, los cuerpos existenciales superiores del ser, podemos libertarnos de las 48 leyes.

Existe abuso sexual, la acción del sexo a través de los otros centros de la máquina humana o la acción de los otros centros a través del centro sexual.

Cada centro de la máquina debe funcionar con su propia energía, pero desgraciadamente los otros centros de la máquina se roban la energía del sexo.

Cuando los centros intelectual, emocional, movimiento, instinto, se roban la energía sexual, existe entonces abuso sexual.

Lo más grave de todo esto es que el centro del sexo, tiene a su vez que robarse la energía de los otros centros con el propósito de poder trabajar, todo esto es abuso sexual.

Cuando el sexo trabaja con su propio Hidrógeno SI-12 puede entonces transmutarse para fabricar los cuerpos existenciales del ser.

Desgraciadamente la gente abusa de la energía sexual, a la gente le encanta el desorden y malgastar el Hidrógeno SI-12.

Es fácil descubrir el abuso sexual de las gentes, cuando hay abuso sexual, el intelecto, emoción, movimiento, instinto; tienen un cierto "sabor" especial, cierto matiz inconfundible, cierto apasionamiento, cierta vehemencia que no deja lugar a ninguna duda.

Puede verse todo esto en los planes mentales de los señores de la guerra; en las corridas de toros; en apasionantes esfuerzos de los futbolistas durante una olimpiada; en los violentos instintos pasionales de las gentes.

En donde quiera hay derroche de intelecto diabólico, emociones violentas, movimientos pasionales, carreras pasionales de automóviles, caballos, bicicletas, juegos olímpicos, etc., etc., o también instintos bestiales en acción, es claro que existe entonces abuso sexual.

Lo más grave de todo este abuso, es que el centro del sexo se ve entonces obligado a trabajar con hidrógenos más pesados que corresponden a los otros centros.

Cuando el sexo se ve obligado a trabajar con Hidrógeno como el 48, el 24, etc., es imposible entonces fabricar los cuerpos existenciales superiores del ser.

Aquellos que gozan con las películas, novelas y pinturas pornográficas, utilizan la energía sexual en el centro pensante y es claro que quedan con la tendencia a satisfacerse únicamente con la fantasía sexual y tarde o temprano adquieren la impotencia de tipo psicosexual, la de aquel que cuando de verdad va a efectuar el acto sexual, fracasa lamentablemente.

Cuando el centro emocional se roba la energía sexual, vienen los sentimentalismos estúpidos, los celos, la crueldad, etc., etc.

Cuando el centro del movimiento trabaja con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo, aparecen entonces los abusadores del centro del movimiento, los jugadores de fútbol, los maromeros de circo, los ciclistas de las grandes carreras, etc.

Cuando el centro del instinto se roba la energía sexual, hay entonces derroche de actos instintivos, pasionales, violentos.

El abuso sexual termina de verdad cuando establecemos dentro de nosotros mismos un "centro de gravedad permanente".

Ya lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, que el Yo es legión de diablos; el Yo existe en forma pluralizada, los cinco cilindros de la máquina humana dan origen y fuerza a las legiones de pequeños Yoes que en su conjunto constituyen eso que se llama el Ego, el Yo, el Mí mismo.

El Yo Pluralizado gasta torpemente la Esencia que dentro de nosotros tenemos para fabricar alma.

Cuando disolvemos el Yo Pluralizado termina el gastador y entonces la Esencia se acumula dentro de nosotros mismos convirtiéndose en un centro de gravedad permanente.

Cuando establecemos dentro de nosotros mismos un centro de gravedad permanente el sexo viene a trabajar entonces con su propia energía, con su propio hidrógeno el hidrógeno sexual si-12.

El esoterismo gnóstico enseña que cuando el sexo trabaja con su propia energía, con su propio Hidrógeno, termina el abuso sexual por que cada centro viene entonces a trabajar con la energía que le corresponde, con el Hidrógeno que le corresponde y no con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo.

samael aun weor



viernes, 2 de octubre de 2015

LOS ACUMULADORES DE LOS CENTROS

LOS ACUMULADORES DE LOS CENTROS
Por: Ouspenksy

El Trabajo dice que cada acto psíquico extrae energía.

Cada Centro posee su propia energía.

Cada Centro tiene dos pequeños acumuladores que están conectados con él.

Si estos se agotan el Centro no dispone de otra energía.

Si todos sus Centros están agotados le es imposible gozar de nada. “Deben comprender” dijo Gurdjeff “es un rasgo de la organización de la máquina.

Cierta clase de acumulador desempeña un papel muy importante.

Hay dos pequeños acumuladores cerca de cada centro y que están llenos de la particular sustancia necesaria para el trabajo de dicho centro.

Además, hay en el organismo un amplio acumulador que alimenta a los pequeños.

Los pequeños acumuladores están interconectados y además, cada uno de ellos se conecta con el centro en cuya proximidad está  situado y también con el GRAN ACUMULADOR.

Los acumuladores trabajan de la siguiente manera.

Supongamos que un hombre está trabajando y leyendo un libro difícil y trata de comprenderlo, en cuyo caso varios ROLLOS giran en el centro pensante o aparato en su cabeza, o, supongamos que está subiendo por una colina y se siente cansado, en cuyo caso los rollos giran en el centro motor.

En el primer ejemplo el centro intelectual y en el segundo el centro motor EXTRAEN la energía necesaria para su trabajo de uno de los pequeños acumuladores.

Cuando un acumulador está casi vacío un hombre se siente cansado. Le gustaría detenerse, sentarse si está caminando, pensar en otra cosa si está resolviendo un difícil problema.

…Pero en una forma completamente inesperada siente UN AFLUJO de energía y en seguida es capaz de seguir andando o trabajando.

Esto significa que el centro se ha puesto en CONEXIÓN con el segundo acumulador y le extrae energía.

Mientras tanto el primer acumulador  se llena de nuevo con energía extraída del gran acumulador.

El trabajo de los centros prosigue.

El hombre sigue andando o trabajando. A veces es necesario un breve descanso para asegurar esta conexión, A VECES UN CHOQUE, A VECES UN ESFUERZO. De todos modos el trabajo prosigue.

Al cabo de cierto tiempo la energía almacenada en el segundo acumulador también se agota.

El hombre se siente otra vez cansado.

Nuevamente un choque externo, un descanso o un esfuerzo, y se conecta con el primer acumulador.

Pero suele suceder con frecuencia que el centro ha extraído energía del segundo acumulador con tanta rapidez que el primero no ha tenido tiempo de volver a llenarse con la energía del GRAN ACUMULADOR, y ha tomado tan sólo la mitad de la energía que puede contener – y está lleno a medias -.

Habiéndose conectado nuevamente con el primer acumulador el centro empieza a extraer energía de él, mientras el segundo acumulador se pone en conexión con EL GRAN ACUMULADOR y le extrae energía.

Pero esta vez el primer acumulador está sólo mitad lleno.

El centro agota rápidamente su energía y mientras tanto el segundo acumulador sólo ha logrado llenarse hasta la cuarta parte.

El centro, que se ha conectado con él, no tarda en agotar toda su energía y se conecta una vez más con el primer acumulador, y así sucesivamente.

Al cabo de cierto tiempo  el organismo ha llegado a tal estado que en ninguno de los dos pequeños acumuladores queda una gota de energía.

Esta vez el hombre se siente realmente cansado.

Está a punto de caer, no puede luchar contra el sueño, o el organismo es afectado, le empieza a doler la cabeza, siente palpitaciones o se enferma.

Luego de pronto un breve descanso, o un choque externo, o un esfuerzo, trae de vuelta UN NUEVO AFLUJO de energía y el hombre es otra vez capaz de pensar, de caminar o de trabajar.

Esto quiere decir que el centro ha logrado CONECTARSE directamente con EL GRAN ACUMULADOR.

EL GRAN ACUMULADOR contiene  una enorme cantidad de energía.

Si un hombre está en conexión con el gran acumulador es capaz literalmente de hacer milagros.

Pero claro está que si sus rollos prosiguen girando y la energía que es producida por el aire, el alimento y las impresiones, siguen fluyendo del gran acumulador con mayor rapidez de la que entra, entonces llega el momento en que el gran acumulador se vacía de toda su energía y el organismo muere.

El punto que deseo subrayar en este comentario es que cada acto psíquico usa energía.

Enfrentado con el mundo externo de los aconteceres, por la vía de los cinco sentidos, cada reacción a lo que es visto, oído, tocado, olido o saboreado, extrae energía.

Nuestro contacto con el mundo externo de aconteceres es un contacto psíquico.

Piensa acerca de algo que vio. Esto es psíquico.

Sí, pero el ver una cosa es psíquico- esto, es, usa una energía que es psíquica-.

El amor es psíquico –emplea una energía perteneciente al centro emocional-

Todos los centros usan energía psíquica –hasta el centro motor-.

Las energías psíquicas usadas por los centros son Hidrógeno 48, Hidrógeno 24 e Hidrógeno 12.

Esas energías no son cosas que se ven con los sentidos exteriores, sino que se las experimenta dentro de uno.

Usted está lleno de entusiasmo. Excelente. Pasa un buen rato en la costa. Luego se siente de mal humor. Por supuesto más ¿por qué? Las energías psíquicas por medio de las cuales se COMBINA, O SE PONE EN CONTACTO CON LOS SUCESOS EXTERIORES, tales como el vino, las mujeres y el canto, o el peligro, el riesgo y el dolor, SE AGOTARON, y ya ni el vino, ni las mujeres, ni el canto, ni el peligro, ni el riesgo, ni el dolor PUEDEN OBTENER una respuesta de usted.

SU PODER-RESPUESTA ESTÁ EXHAUSTO.

Esto es, su poder psíquico de combinarse con las impresiones externas ha desaparecido.

Gurdjeff dijo una vez: “Es preciso que el hombre tenga “SODIO” para que pueda COMBINARSE con el “CLORO” de la vida. Entonces puede hacerse cloruro de sodio –lo cual es sal-.

Pero si en él no hay nada que pueda combinarse con la vida, NO PUEDE HACER SU SAL.

Lo que hemos de entender es que todo lo experimentamos –y toda experiencia está psíquicamente en nosotros- extrae energía psíquica.

Y si estamos temporariamente exhaustos de energía psíquica NO PODEMOS RECIBIR COSA ALGUNA Y ASÍ NO NOS PONEMOS EN CONTACTO CON LA VIDA EXTERIOR.

Un hombre, una mujer, que están moribundos debido a una enfermedad no pueden recibir nada de la vida exterior. ¿Por qué? No queda energía.

Si su centro intelectual tiene energía puede leer, estudiar, y lo capta. Si no, le es imposible.

Si el centro emocional está agotado, nada puede sentir, si el centro sexual está vacío, es imposible sentir el sexo.

Si el centro motor está agotado, cuesta recoger una cosa que cayó al suelo.

Todo esto no es causado por las cosas exteriores sino por las cosas interiores –esto es, el estado de los centros y de las partes de los centros con relación a la energía psíquica que le es suministrada-.

Cada centro y cada parte se asemejan a una máquina que, al carecer de combustible, no funciona.

Ouspensky


MI 12

MI 12

Si en toda situación pudiéramos actuar conscientemente no nos entrega­ríamos a la consideración interna.

La consideración interna nos induce a dormir más que cualquier otra cosa.

Derrocha nuestra energía.

Si tan sólo pudiéramos considerar externamente ahorraríamos energía.

Si en toda si­tuación pudiéramos actuar conscientemente crearíamos energía.

Actuar cons­cientemente significa actuar sin identificarse.

La identificación lleva a la acción inconsciente.

Actuar conscientemente en toda situación sería actuar sin iden­tificación.

Actuar sin identificación es una manera de darse el primer choque consciente.

Darse el primer choque consciente es crear energía.

De tal modo dos nuevas energías se forman en la máquina humana —la energía 24 en la primera etapa potencial denotada por Re, y la energía 12 en la nota Mi.

Esas dos energías recién creadas que aparecen en la máquina, a causa de haberse dado el primer choque consciente, afecta fuertemente el obrar de los centros emocional y sexual respectivamente.

Las energías Fa 24 y Sol 12 también son creadas.

Habrán notado que su posición en la octava no es tan potencial como la de Re 24 y Mi 12, pero ejercen asimismo su influencia sobre los centros emocional y sexual, modificando la calidad de su obrar.

El hidrógeno Si 12, producido por el choque mecánico de la respiración, debido a su posición en la octava tiene menos potencialidad para el desarrollo —esto es, para la diferenciación—.

Es viejo, por así decirlo, y más fijo.

Tiene menos juventud.

La creación de esas nuevas energías, que no están presentes en el hombre mecánico y de mente sensual, tiene que ver con la transformación última del centro sexual en centro emocional superior, y su alejamiento muy gradual del centro instintivo, el identificarse, y los estados negativos y las auto-emociones que caracterizan el obrar del centro emocional.

Todas estas tres energías 12 pueden convertirse en Hidrógeno 6 bajo las pulsaciones del segundo choque consciente que posibilita gradualmente el contacto con los centros superiores.

Empero, para que el segundo choque consciente empiece a actuar en una persona es preciso que Mi 12 esté presente en suficiente can­tidad y retenido en los momentos deseados.

Aquí es mucho lo que perdemos por el sueño y el hábito.

Quiero decir que no somos alertas, ni sensibles inter­namente.

Hay una rueda giratoria de oportunidades y cuando nos ayudan no reparamos en algunas de ellas.

Ninguna de esas condiciones se cumplirán, por supuesto, si una persona es crónicamente negativa e identificada o no quiere ver la insinceridad —un mal defecto— o se deja guiar por el apetito y el sí y, en suma, no trabaja.

En este caso, no se creará ninguna energía especial Mi 12; y el Trabajo no puede ayudar.

Dicha persona no verá nada de extraordinario en la vida; no tendrá visión alguna del trabajo; no trans­formará ninguna impresión y seguirá viviendo en los olores de la mente sensual y sus obras muertas.

No tiene utilidad alguna hacerme preguntas acerca del segundo choque consciente.

Lo único que les puedo decir es que es imposible comprender cosa alguna acerca de ese particular mientras Mi 12 no esté presente y en cantidad suficiente dentro de uno mismo.

En suma, es preciso darse el primer choque consciente antes que se pueda conocer la naturaleza del segundo choque consciente, y llegar a conocer qué es y todo acerca de sus muchos aspectos, y así crear Mi 12, e impedir su descenso al nivel sensual, hasta que nos muestre la dirección del segundo choque consciente.

Porque, como José, puede interpretar los sueños del Faraón.

Ahora bien, recordarse a sí mismo en infinitas situaciones diferentes es buena cosa.

También lo es actuar más conscientemente, lo cual sólo empieza cuando se repara en las reac­ciones mecánicas después que han tenido lugar y se las recuerda y luego se actúa diferentemente, cosa en realidad muy conveniente.

Como se dijo, esto equivale a darse o tratar de darse el primer choque consciente.

He reparado en como se hacía.

Pero la gente prefiere conservar sus oscuras y gastadas ves­tiduras psicológicas —sus viejas reacciones— y se aforra a ellas.

Recordarse a sí mismo de seguro que no es recordar esas vestiduras.

Me imagino que con este proceder nunca se encontrarán rastros de la presencia de Mi 12 en una persona.

La encantadora juventud lo evitará —como el veneno.

Por eso es necesario pensar acerca del primer choque consciente y de la primerísima importancia que tiene en el Trabajo, porque sin Mi 12 hay escasas posibilidades de cambiar el ser.

He dicho que sólo me refiero al primer choque consciente.

A este respecto agregaré que no ha de satisfacer a la gente seguir siendo lo que es.
Hay en ello demasiada autocomplacencia e indiferencia.

Es preciso sopesar cuidadosamente si una persona no está, en el fondo, satisfecha consigo misma tal como es, y sólo desea comprar un coche nuevo.

No es necesario señalar que si una persona está satisfecha con­sigo misma todo intento de recuerdo de sí hará que se sienta aún más satisfecha consigo misma tal como es.

La adoración de esa cosa confusa lla­mada uno mismo es la más común, la más comprometedora y la más limitada de las religiones.

A menudo va acompañada de ritos cómicos.

Pero aquí no es aconsejable burlarse de tal cosa.

Estallamos, nos ruborizamos, palidecemos, nos dejamos dominar por la ira, y nunca perdonamos. ¡En qué estados estamos todos, sin excepción alguna!

Sin embargo, aun en estas condiciones, es posible trabajar de nuevo y a menudo sobre el primer choque consciente: y descu­brirlo para nosotros mismos, tal como somos en esta etapa.

Nuestra misma violencia nos proporciona el material para el recuerdo de sí.

De seguro no podemos seguir satisfechos con nosotros mismos después de percibir los inesta­bles cimientos de nuestro destartalado ser, que la última persona en el reino de los cielos haría desaparecer con una trivial observación.

Sí, de seguro necesitamos nacer de nuevo; y esta vez no en carne y hueso, sino en Agua y Espíritu.

Esto significa tener otros cimientos y muy nuevos: y ser así el Hombre Nuevo.

Todo el Trabajo trata de este paso que hay que dar.

Maurice Nicoll




jueves, 1 de octubre de 2015

EL LABORATORIO INTERMEDIO

EL LABORATORIO INTERMEDIO
Por: Maurice Nicoll

Porque este Trabajo no consiste en salirse con la suya en cualquiera de los centros, se vuelve repugnante al “amor de si” y crea dificultades a todos.

Las dificultades suelen aparecer al principio o pueden surgir más tarde.

Ya que las divisiones mecánicas de todos los centros resienten el trabajo, el hombre mecánico, compuesto de las diversas conexiones habituales dentro y entre esas partes de los centros, lucha para mantener su existencia y así impedir la formación del hombre nuevo que va a reemplazarlo.

Para expresar esta situación más correctamente, cabe decir que muchos "yo" en los diferentes centros cuyo poder esta amenazado resienten el trabajo y así crean dificultades mediante objeciones, argumentaciones o una franca negativa.

Ahora bien, un hombre, por su vida, puede tener muchos "yo" mundanos, fuertes, egoístas y resistentes que quieren imponerse, y así los "yo" que desean el trabajo tienen pocas posibilidades de formar un grupo y volverse más fuertes.

Esto significa sencillamente que el hombre mecánico asesinará cualquier manifestación del hombre nuevo.

Otros, un poco mejor situados psicológicamente, por haber dudado de la vida y reflexionado con asombro a veces sobre su significado, suelen aceptar al principio el trabajo hasta cierto punto, de modo que una diminuta cosa viviente empieza a manifestarse en ellos.

Este es el comienzo de una nueva manera de pensar y sentir.

Entonces surgen las dificultades.

Pueden suceder tres cosas.

La diminuta cosa viviente, que es el comienzo del hombre nuevo, se marchita porque carece de profundidad o de suelo; o el hombre mecánico lo mata por violencia como Heredes mató a los niños recién nacidos, en la esperanza de destruir a Cristo; o, tercero, el hombre revaloriza el trabajo y empieza otra vez.

Ahora bien, hablemos de los tres laboratorios que están en el hombre y, en particular del laboratorio intermedio, donde el asesino puede entrar y destruir a menos de ser vigilado.

Elige, como un ladrón, el momento en que el hombre no está despierto.

No me refiero aquí el sueño literal.

Sabemos, gracias al diagrama de los tres alimentos del hombre y su transformación, que hay tres laboratorios de transformación en nosotros.

Estos transforman las materias groseras en materias más sutiles.

Debemos entender que si comen un bistec este no puede pasar, digamos, al cerebro, tal como es.

Tiene que ser transformado en materias más sutiles.

Ahora bien, por regla general, solo se habla del laboratorio intermedio.

Esto se debe a que es aquel más sujeto a ser dañado.

Pero todos pueden ser dañados.

La primera transformación del alimento, simbolizada por la cifra 768 que es cambiada en 384, se lleva a cabo en el laboratorio interior o más bajo.

La cifra 768 denota todas las sustancias que el estomago y los intestinos del hombre pueden digerir.

Cabe recordar aquí que la tabla de hidrógenos es una tabla de usos.

Las cosas están clasificadas y ordenadas en escala vertical según su uso.

Por ejemplo, cualquier cosa que pueda ser usada por esa forma de alimento que el hombre digiere en su estomago e intestinos es denominada 768.

De este modo, sustancias de la más diversa clase son llevadas a una relación, que a primera vista parece asombrosa, mediante este método esotérico de clasificarlas por su uso.

Cabe agregar aquí que nosotros somos también clasificados de la misma manera. (Así habría que preguntarse: "¿Para qué sirvo yo?")

Pues bien, si algo anda mal en el primer laboratorio —y ocupémonos solo de esa parte llamada estomago— como, por ejemplo, un alimento equivocado, demasiado alimento, exceso o escasez de acido clorhídrico, fermentos débiles o faltantes, enfriamiento o un centenar de otros factores —entonces se produce una interferencia en la transformación de 768 en 384—.

Toda la octava de alimento que empieza desde el pasivo Do-768 y procede mecánicamente por sucesivas transformaciones hasta Si-12 se vera hasta cierto punto afectada.

Pero a este respecto nos dicen que podemos acostumbrarnos a comer mucho menos alimento y que tenemos un apetito artificial y que sentir hambre es en gran parte una cuestión de hábito, lo cual no refleja las verdaderas necesidades del centro instintivo.

Cuando se practica una dieta de hambre, la disminución de este apetito artificial al segundo día se experimenta claramente.

No hablaré más aquí de los trastornos que se producen en el laboratorio inferior, excepto para decir que tanto en la primera fase de la digestión en el estomago acido y tal vez más en estos días en la segunda fase de la digestión llevada a cabo en el duodeno en un medio alcalino, las persistentes emociones de ansiedad y temor, tan características en el hombre moderno, pueden hacer que los jugos digestivos digieran las paredes vivientes que los contienen, y hasta provocar una perforación.

En otras palabras, presas de esas emociones negativas, el hombre comienza a comerse a si mismo.

Nos referiremos ahora al laboratorio intermedio, que es nuestra principal preocupación.

El trabajo que se lleva a cabo ahí es de clase más sutil.

Las materias tratadas en ese laboratorio pertenecen a un orden mucho más fino y más elevado, y así son capaces de mayores usos y mayores abusos.

Este laboratorio intermedio, al cual suponemos, mediante una burda analogía, lleno de los más delicados e intrincados aparatos químicos y eléctricos, exige, por así decir, una temperatura constante, falta completa de humedad, y ausencia de ruidos y vibraciones, para poder llevar a cabo su trabajo.

Cabe observar que recibe sustancias del laboratorio inferior para una nueva transformación y también recibe sustancias para una nueva transformación del laboratorio superior.

Por lo tanto tiene que realizar tareas muy complicadas que son de la mayor importancia para la octava de alimento.

Asimismo, el alimento atmosférico 192 llamado aire entra aquí y es transformado en 96, pasando al laboratorio superior.

Por estar situado en el segundo piso de la casa de tres pisos del hombre, esta íntimamente conectado con el centro emocional, que esta ubicado allí.

Por consiguiente la calidad del trabajo de transformación en el segundo laboratorio dependerá del estado del centro emocional.

Si el estado del centro emocional es bueno, el laboratorio intermedio trabajará bien.

La cosa más dañosa que puede sucedernos es una crisis de violencia.

La violencia actúa como una explosión.

En casos extremos puede llegar a ser tan intensa que daña el laboratorio intermedio permanentemente.

Debido a sus repercusiones en el laboratorio superior puede afectar la razón.

Ahora bien, nos enseñaron que todas las emociones negativas tienen su base en la violencia y llevan a la violencia.

Asimismo sabemos que la violencia sólo engendra la violencia.

Nada se arregla por la violencia —como puede atestiguarlo el mundo—.

Cabe señalar muchas otras cosas, que se pueden observar en uno mismo, respecto de la violencia.

Es preciso, ante todo, llegar a ser consciente de la propia violencia.

Solemos tener crisis menores de violencia.

Es menester circunscribirlas si queremos impedir que toda vida nueva sea asesinada por la violencia.

Todos tenemos que trabajar sobre nuestra violencia porque todos la padecemos aunque muchos lo niegan.

Esos ataques menores de violencia surgen al permitir que las cosas lleguen hasta el punto de "encender nuestra sangre".

De esto se logra "mala sangre" del uno contra el otro.

Es debido al identificarse.

Trate de observar en usted mismo lo que lo enfurece en otra persona hasta tal punto que usted se identifica por completo con esa persona y no puede aguantarla.

Este observar la misma cosa en uno mismo cancela la violencia así como más uno y menos uno se anulan.

Este es el verdadero significado de la palabra griega traducida por "perdonar" —tal como "perdonaos los unos a los otros"—.

No hay señales de "perdonar" en cancelar.

No tiene ningún seudo significado.

Todo queda cancelado como si pasara una chispa eléctrica entre dos cuerpos con cargas opuestas.

Cuanto más engreída es una persona menos podrá "perdonar" viendo la misma cosa en ella misma que la hará más proclive a la violencia, porque el engreimiento impide la auto-observación.

Ella será su propio castigo como lo somos todos.

Ahora bien, un ataque de violencia siempre trastorna la salud.

Es un choque equivocado en un mal lugar.

El choque obra muchas veces varios días después provocando una enfermedad o molestias físicas.

Trastorna el trabajo del laboratorio intermedio, impidiendo, entre otras cosas, la formación de la materia simbolizada por la cifra 96 —cuyo uso tiene que ver con el equilibrio y la protección de lo que llamaré almohadilla de salud entre la vida psíquica y la física.

La disminución de esta materia sutil reduce la resistencia física, mientras que el identificarse reduce la resistencia psicológica.

Ambos estados permiten que las cosas que habría que dejar fuera puedan penetrar.

Las consecuencias son psicosomáticas.

Ahora bien, es preciso recordar que la violencia surge del identificarse.

Si pudiéramos recordarnos a nosotros mismos —esto es, sacar a voluntad nuestra conciencia de las cosas-vida— no nos identificaríamos y así no seriamos violentos.

Maurice Nicoll