miércoles, 21 de octubre de 2015

EL HIDRÓGENO SEXUAL SI 12 Y EL CENTRO SEXUAL

GNOSIS
EL CENTRO SEXUAL
EL HIDRÓGENO SEXUAL SI-12
Por: samael aun weor

El maravilloso Hidrógeno  sexual Si-12 es la materia con la cual trabaja el sexo y que fabrica el sexo: es semilla, la semilla dentro de la cual se halla en estado latente EL ÁNGEL INTERNO.

Ya explicamos que con la transmutación del Hidrógeno sexual SI-12 podemos fabricar el verdadero cuerpo astral, el verdadero cuerpo mental y el legítimo cuerpo causal; en nuestros pasados mensajes hemos hablado muy claro sobre esto.

Ningún abusador del sexo puede fabricar los cuerpos existenciales superiores del ser y por ello esos infelices continúan después de la muerte con los vehículos lunares.

Solo fabricando los cuerpos solares, los cuerpos existenciales superiores del ser, podemos libertarnos de las 48 leyes.

Existe abuso sexual, la acción del sexo a través de los otros centros de la máquina humana o la acción de los otros centros a través del centro sexual.

Cada centro de la máquina debe funcionar con su propia energía, pero desgraciadamente los otros centros de la máquina se roban la energía del sexo.

Cuando los centros intelectual, emocional, movimiento, instinto, se roban la energía sexual, existe entonces abuso sexual.

Lo más grave de todo esto es que el centro del sexo, tiene a su vez que robarse la energía de los otros centros con el propósito de poder trabajar, todo esto es abuso sexual.

Cuando el sexo trabaja con su propio Hidrógeno SI-12 puede entonces transmutarse para fabricar los cuerpos existenciales del ser.

Desgraciadamente la gente abusa de la energía sexual, a la gente le encanta el desorden y malgastar el Hidrógeno SI-12.

Es fácil descubrir el abuso sexual de las gentes, cuando hay abuso sexual, el intelecto, emoción, movimiento, instinto; tienen un cierto "sabor" especial, cierto matiz inconfundible, cierto apasionamiento, cierta vehemencia que no deja lugar a ninguna duda.

Puede verse todo esto en los planes mentales de los señores de la guerra; en las corridas de toros; en apasionantes esfuerzos de los futbolistas durante una olimpiada; en los violentos instintos pasionales de las gentes.

En donde quiera hay derroche de intelecto diabólico, emociones violentas, movimientos pasionales, carreras pasionales de automóviles, caballos, bicicletas, juegos olímpicos, etc., etc., o también instintos bestiales en acción, es claro que existe entonces abuso sexual.

Lo más grave de todo este abuso, es que el centro del sexo se ve entonces obligado a trabajar con hidrógenos más pesados que corresponden a los otros centros.

Cuando el sexo se ve obligado a trabajar con Hidrógeno como el 48, el 24, etc., es imposible entonces fabricar los cuerpos existenciales superiores del ser.

Aquellos que gozan con las películas, novelas y pinturas pornográficas, utilizan la energía sexual en el centro pensante y es claro que quedan con la tendencia a satisfacerse únicamente con la fantasía sexual y tarde o temprano adquieren la impotencia de tipo psicosexual, la de aquel que cuando de verdad va a efectuar el acto sexual, fracasa lamentablemente.

Cuando el centro emocional se roba la energía sexual, vienen los sentimentalismos estúpidos, los celos, la crueldad, etc., etc.

Cuando el centro del movimiento trabaja con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo, aparecen entonces los abusadores del centro del movimiento, los jugadores de fútbol, los maromeros de circo, los ciclistas de las grandes carreras, etc.

Cuando el centro del instinto se roba la energía sexual, hay entonces derroche de actos instintivos, pasionales, violentos.

El abuso sexual termina de verdad cuando establecemos dentro de nosotros mismos un "centro de gravedad permanente".

Ya lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, que el Yo es legión de diablos; el Yo existe en forma pluralizada, los cinco cilindros de la máquina humana dan origen y fuerza a las legiones de pequeños Yoes que en su conjunto constituyen eso que se llama el Ego, el Yo, el Mí mismo.

El Yo Pluralizado gasta torpemente la Esencia que dentro de nosotros tenemos para fabricar alma.

Cuando disolvemos el Yo Pluralizado termina el gastador y entonces la Esencia se acumula dentro de nosotros mismos convirtiéndose en un centro de gravedad permanente.

Cuando establecemos dentro de nosotros mismos un centro de gravedad permanente el sexo viene a trabajar entonces con su propia energía, con su propio hidrógeno el hidrógeno sexual si-12.

El esoterismo gnóstico enseña que cuando el sexo trabaja con su propia energía, con su propio Hidrógeno, termina el abuso sexual por que cada centro viene entonces a trabajar con la energía que le corresponde, con el Hidrógeno que le corresponde y no con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo.

samael aun weor



viernes, 2 de octubre de 2015

LOS ACUMULADORES DE LOS CENTROS

LOS ACUMULADORES DE LOS CENTROS
Por: Ouspenksy

El Trabajo dice que cada acto psíquico extrae energía.

Cada Centro posee su propia energía.

Cada Centro tiene dos pequeños acumuladores que están conectados con él.

Si estos se agotan el Centro no dispone de otra energía.

Si todos sus Centros están agotados le es imposible gozar de nada. “Deben comprender” dijo Gurdjeff “es un rasgo de la organización de la máquina.

Cierta clase de acumulador desempeña un papel muy importante.

Hay dos pequeños acumuladores cerca de cada centro y que están llenos de la particular sustancia necesaria para el trabajo de dicho centro.

Además, hay en el organismo un amplio acumulador que alimenta a los pequeños.

Los pequeños acumuladores están interconectados y además, cada uno de ellos se conecta con el centro en cuya proximidad está  situado y también con el GRAN ACUMULADOR.

Los acumuladores trabajan de la siguiente manera.

Supongamos que un hombre está trabajando y leyendo un libro difícil y trata de comprenderlo, en cuyo caso varios ROLLOS giran en el centro pensante o aparato en su cabeza, o, supongamos que está subiendo por una colina y se siente cansado, en cuyo caso los rollos giran en el centro motor.

En el primer ejemplo el centro intelectual y en el segundo el centro motor EXTRAEN la energía necesaria para su trabajo de uno de los pequeños acumuladores.

Cuando un acumulador está casi vacío un hombre se siente cansado. Le gustaría detenerse, sentarse si está caminando, pensar en otra cosa si está resolviendo un difícil problema.

…Pero en una forma completamente inesperada siente UN AFLUJO de energía y en seguida es capaz de seguir andando o trabajando.

Esto significa que el centro se ha puesto en CONEXIÓN con el segundo acumulador y le extrae energía.

Mientras tanto el primer acumulador  se llena de nuevo con energía extraída del gran acumulador.

El trabajo de los centros prosigue.

El hombre sigue andando o trabajando. A veces es necesario un breve descanso para asegurar esta conexión, A VECES UN CHOQUE, A VECES UN ESFUERZO. De todos modos el trabajo prosigue.

Al cabo de cierto tiempo la energía almacenada en el segundo acumulador también se agota.

El hombre se siente otra vez cansado.

Nuevamente un choque externo, un descanso o un esfuerzo, y se conecta con el primer acumulador.

Pero suele suceder con frecuencia que el centro ha extraído energía del segundo acumulador con tanta rapidez que el primero no ha tenido tiempo de volver a llenarse con la energía del GRAN ACUMULADOR, y ha tomado tan sólo la mitad de la energía que puede contener – y está lleno a medias -.

Habiéndose conectado nuevamente con el primer acumulador el centro empieza a extraer energía de él, mientras el segundo acumulador se pone en conexión con EL GRAN ACUMULADOR y le extrae energía.

Pero esta vez el primer acumulador está sólo mitad lleno.

El centro agota rápidamente su energía y mientras tanto el segundo acumulador sólo ha logrado llenarse hasta la cuarta parte.

El centro, que se ha conectado con él, no tarda en agotar toda su energía y se conecta una vez más con el primer acumulador, y así sucesivamente.

Al cabo de cierto tiempo  el organismo ha llegado a tal estado que en ninguno de los dos pequeños acumuladores queda una gota de energía.

Esta vez el hombre se siente realmente cansado.

Está a punto de caer, no puede luchar contra el sueño, o el organismo es afectado, le empieza a doler la cabeza, siente palpitaciones o se enferma.

Luego de pronto un breve descanso, o un choque externo, o un esfuerzo, trae de vuelta UN NUEVO AFLUJO de energía y el hombre es otra vez capaz de pensar, de caminar o de trabajar.

Esto quiere decir que el centro ha logrado CONECTARSE directamente con EL GRAN ACUMULADOR.

EL GRAN ACUMULADOR contiene  una enorme cantidad de energía.

Si un hombre está en conexión con el gran acumulador es capaz literalmente de hacer milagros.

Pero claro está que si sus rollos prosiguen girando y la energía que es producida por el aire, el alimento y las impresiones, siguen fluyendo del gran acumulador con mayor rapidez de la que entra, entonces llega el momento en que el gran acumulador se vacía de toda su energía y el organismo muere.

El punto que deseo subrayar en este comentario es que cada acto psíquico usa energía.

Enfrentado con el mundo externo de los aconteceres, por la vía de los cinco sentidos, cada reacción a lo que es visto, oído, tocado, olido o saboreado, extrae energía.

Nuestro contacto con el mundo externo de aconteceres es un contacto psíquico.

Piensa acerca de algo que vio. Esto es psíquico.

Sí, pero el ver una cosa es psíquico- esto, es, usa una energía que es psíquica-.

El amor es psíquico –emplea una energía perteneciente al centro emocional-

Todos los centros usan energía psíquica –hasta el centro motor-.

Las energías psíquicas usadas por los centros son Hidrógeno 48, Hidrógeno 24 e Hidrógeno 12.

Esas energías no son cosas que se ven con los sentidos exteriores, sino que se las experimenta dentro de uno.

Usted está lleno de entusiasmo. Excelente. Pasa un buen rato en la costa. Luego se siente de mal humor. Por supuesto más ¿por qué? Las energías psíquicas por medio de las cuales se COMBINA, O SE PONE EN CONTACTO CON LOS SUCESOS EXTERIORES, tales como el vino, las mujeres y el canto, o el peligro, el riesgo y el dolor, SE AGOTARON, y ya ni el vino, ni las mujeres, ni el canto, ni el peligro, ni el riesgo, ni el dolor PUEDEN OBTENER una respuesta de usted.

SU PODER-RESPUESTA ESTÁ EXHAUSTO.

Esto es, su poder psíquico de combinarse con las impresiones externas ha desaparecido.

Gurdjeff dijo una vez: “Es preciso que el hombre tenga “SODIO” para que pueda COMBINARSE con el “CLORO” de la vida. Entonces puede hacerse cloruro de sodio –lo cual es sal-.

Pero si en él no hay nada que pueda combinarse con la vida, NO PUEDE HACER SU SAL.

Lo que hemos de entender es que todo lo experimentamos –y toda experiencia está psíquicamente en nosotros- extrae energía psíquica.

Y si estamos temporariamente exhaustos de energía psíquica NO PODEMOS RECIBIR COSA ALGUNA Y ASÍ NO NOS PONEMOS EN CONTACTO CON LA VIDA EXTERIOR.

Un hombre, una mujer, que están moribundos debido a una enfermedad no pueden recibir nada de la vida exterior. ¿Por qué? No queda energía.

Si su centro intelectual tiene energía puede leer, estudiar, y lo capta. Si no, le es imposible.

Si el centro emocional está agotado, nada puede sentir, si el centro sexual está vacío, es imposible sentir el sexo.

Si el centro motor está agotado, cuesta recoger una cosa que cayó al suelo.

Todo esto no es causado por las cosas exteriores sino por las cosas interiores –esto es, el estado de los centros y de las partes de los centros con relación a la energía psíquica que le es suministrada-.

Cada centro y cada parte se asemejan a una máquina que, al carecer de combustible, no funciona.

Ouspensky


MI 12

MI 12

Si en toda situación pudiéramos actuar conscientemente no nos entrega­ríamos a la consideración interna.

La consideración interna nos induce a dormir más que cualquier otra cosa.

Derrocha nuestra energía.

Si tan sólo pudiéramos considerar externamente ahorraríamos energía.

Si en toda si­tuación pudiéramos actuar conscientemente crearíamos energía.

Actuar cons­cientemente significa actuar sin identificarse.

La identificación lleva a la acción inconsciente.

Actuar conscientemente en toda situación sería actuar sin iden­tificación.

Actuar sin identificación es una manera de darse el primer choque consciente.

Darse el primer choque consciente es crear energía.

De tal modo dos nuevas energías se forman en la máquina humana —la energía 24 en la primera etapa potencial denotada por Re, y la energía 12 en la nota Mi.

Esas dos energías recién creadas que aparecen en la máquina, a causa de haberse dado el primer choque consciente, afecta fuertemente el obrar de los centros emocional y sexual respectivamente.

Las energías Fa 24 y Sol 12 también son creadas.

Habrán notado que su posición en la octava no es tan potencial como la de Re 24 y Mi 12, pero ejercen asimismo su influencia sobre los centros emocional y sexual, modificando la calidad de su obrar.

El hidrógeno Si 12, producido por el choque mecánico de la respiración, debido a su posición en la octava tiene menos potencialidad para el desarrollo —esto es, para la diferenciación—.

Es viejo, por así decirlo, y más fijo.

Tiene menos juventud.

La creación de esas nuevas energías, que no están presentes en el hombre mecánico y de mente sensual, tiene que ver con la transformación última del centro sexual en centro emocional superior, y su alejamiento muy gradual del centro instintivo, el identificarse, y los estados negativos y las auto-emociones que caracterizan el obrar del centro emocional.

Todas estas tres energías 12 pueden convertirse en Hidrógeno 6 bajo las pulsaciones del segundo choque consciente que posibilita gradualmente el contacto con los centros superiores.

Empero, para que el segundo choque consciente empiece a actuar en una persona es preciso que Mi 12 esté presente en suficiente can­tidad y retenido en los momentos deseados.

Aquí es mucho lo que perdemos por el sueño y el hábito.

Quiero decir que no somos alertas, ni sensibles inter­namente.

Hay una rueda giratoria de oportunidades y cuando nos ayudan no reparamos en algunas de ellas.

Ninguna de esas condiciones se cumplirán, por supuesto, si una persona es crónicamente negativa e identificada o no quiere ver la insinceridad —un mal defecto— o se deja guiar por el apetito y el sí y, en suma, no trabaja.

En este caso, no se creará ninguna energía especial Mi 12; y el Trabajo no puede ayudar.

Dicha persona no verá nada de extraordinario en la vida; no tendrá visión alguna del trabajo; no trans­formará ninguna impresión y seguirá viviendo en los olores de la mente sensual y sus obras muertas.

No tiene utilidad alguna hacerme preguntas acerca del segundo choque consciente.

Lo único que les puedo decir es que es imposible comprender cosa alguna acerca de ese particular mientras Mi 12 no esté presente y en cantidad suficiente dentro de uno mismo.

En suma, es preciso darse el primer choque consciente antes que se pueda conocer la naturaleza del segundo choque consciente, y llegar a conocer qué es y todo acerca de sus muchos aspectos, y así crear Mi 12, e impedir su descenso al nivel sensual, hasta que nos muestre la dirección del segundo choque consciente.

Porque, como José, puede interpretar los sueños del Faraón.

Ahora bien, recordarse a sí mismo en infinitas situaciones diferentes es buena cosa.

También lo es actuar más conscientemente, lo cual sólo empieza cuando se repara en las reac­ciones mecánicas después que han tenido lugar y se las recuerda y luego se actúa diferentemente, cosa en realidad muy conveniente.

Como se dijo, esto equivale a darse o tratar de darse el primer choque consciente.

He reparado en como se hacía.

Pero la gente prefiere conservar sus oscuras y gastadas ves­tiduras psicológicas —sus viejas reacciones— y se aforra a ellas.

Recordarse a sí mismo de seguro que no es recordar esas vestiduras.

Me imagino que con este proceder nunca se encontrarán rastros de la presencia de Mi 12 en una persona.

La encantadora juventud lo evitará —como el veneno.

Por eso es necesario pensar acerca del primer choque consciente y de la primerísima importancia que tiene en el Trabajo, porque sin Mi 12 hay escasas posibilidades de cambiar el ser.

He dicho que sólo me refiero al primer choque consciente.

A este respecto agregaré que no ha de satisfacer a la gente seguir siendo lo que es.
Hay en ello demasiada autocomplacencia e indiferencia.

Es preciso sopesar cuidadosamente si una persona no está, en el fondo, satisfecha consigo misma tal como es, y sólo desea comprar un coche nuevo.

No es necesario señalar que si una persona está satisfecha con­sigo misma todo intento de recuerdo de sí hará que se sienta aún más satisfecha consigo misma tal como es.

La adoración de esa cosa confusa lla­mada uno mismo es la más común, la más comprometedora y la más limitada de las religiones.

A menudo va acompañada de ritos cómicos.

Pero aquí no es aconsejable burlarse de tal cosa.

Estallamos, nos ruborizamos, palidecemos, nos dejamos dominar por la ira, y nunca perdonamos. ¡En qué estados estamos todos, sin excepción alguna!

Sin embargo, aun en estas condiciones, es posible trabajar de nuevo y a menudo sobre el primer choque consciente: y descu­brirlo para nosotros mismos, tal como somos en esta etapa.

Nuestra misma violencia nos proporciona el material para el recuerdo de sí.

De seguro no podemos seguir satisfechos con nosotros mismos después de percibir los inesta­bles cimientos de nuestro destartalado ser, que la última persona en el reino de los cielos haría desaparecer con una trivial observación.

Sí, de seguro necesitamos nacer de nuevo; y esta vez no en carne y hueso, sino en Agua y Espíritu.

Esto significa tener otros cimientos y muy nuevos: y ser así el Hombre Nuevo.

Todo el Trabajo trata de este paso que hay que dar.

Maurice Nicoll




jueves, 1 de octubre de 2015

EL LABORATORIO INTERMEDIO

EL LABORATORIO INTERMEDIO
Por: Maurice Nicoll

Porque este Trabajo no consiste en salirse con la suya en cualquiera de los centros, se vuelve repugnante al “amor de si” y crea dificultades a todos.

Las dificultades suelen aparecer al principio o pueden surgir más tarde.

Ya que las divisiones mecánicas de todos los centros resienten el trabajo, el hombre mecánico, compuesto de las diversas conexiones habituales dentro y entre esas partes de los centros, lucha para mantener su existencia y así impedir la formación del hombre nuevo que va a reemplazarlo.

Para expresar esta situación más correctamente, cabe decir que muchos "yo" en los diferentes centros cuyo poder esta amenazado resienten el trabajo y así crean dificultades mediante objeciones, argumentaciones o una franca negativa.

Ahora bien, un hombre, por su vida, puede tener muchos "yo" mundanos, fuertes, egoístas y resistentes que quieren imponerse, y así los "yo" que desean el trabajo tienen pocas posibilidades de formar un grupo y volverse más fuertes.

Esto significa sencillamente que el hombre mecánico asesinará cualquier manifestación del hombre nuevo.

Otros, un poco mejor situados psicológicamente, por haber dudado de la vida y reflexionado con asombro a veces sobre su significado, suelen aceptar al principio el trabajo hasta cierto punto, de modo que una diminuta cosa viviente empieza a manifestarse en ellos.

Este es el comienzo de una nueva manera de pensar y sentir.

Entonces surgen las dificultades.

Pueden suceder tres cosas.

La diminuta cosa viviente, que es el comienzo del hombre nuevo, se marchita porque carece de profundidad o de suelo; o el hombre mecánico lo mata por violencia como Heredes mató a los niños recién nacidos, en la esperanza de destruir a Cristo; o, tercero, el hombre revaloriza el trabajo y empieza otra vez.

Ahora bien, hablemos de los tres laboratorios que están en el hombre y, en particular del laboratorio intermedio, donde el asesino puede entrar y destruir a menos de ser vigilado.

Elige, como un ladrón, el momento en que el hombre no está despierto.

No me refiero aquí el sueño literal.

Sabemos, gracias al diagrama de los tres alimentos del hombre y su transformación, que hay tres laboratorios de transformación en nosotros.

Estos transforman las materias groseras en materias más sutiles.

Debemos entender que si comen un bistec este no puede pasar, digamos, al cerebro, tal como es.

Tiene que ser transformado en materias más sutiles.

Ahora bien, por regla general, solo se habla del laboratorio intermedio.

Esto se debe a que es aquel más sujeto a ser dañado.

Pero todos pueden ser dañados.

La primera transformación del alimento, simbolizada por la cifra 768 que es cambiada en 384, se lleva a cabo en el laboratorio interior o más bajo.

La cifra 768 denota todas las sustancias que el estomago y los intestinos del hombre pueden digerir.

Cabe recordar aquí que la tabla de hidrógenos es una tabla de usos.

Las cosas están clasificadas y ordenadas en escala vertical según su uso.

Por ejemplo, cualquier cosa que pueda ser usada por esa forma de alimento que el hombre digiere en su estomago e intestinos es denominada 768.

De este modo, sustancias de la más diversa clase son llevadas a una relación, que a primera vista parece asombrosa, mediante este método esotérico de clasificarlas por su uso.

Cabe agregar aquí que nosotros somos también clasificados de la misma manera. (Así habría que preguntarse: "¿Para qué sirvo yo?")

Pues bien, si algo anda mal en el primer laboratorio —y ocupémonos solo de esa parte llamada estomago— como, por ejemplo, un alimento equivocado, demasiado alimento, exceso o escasez de acido clorhídrico, fermentos débiles o faltantes, enfriamiento o un centenar de otros factores —entonces se produce una interferencia en la transformación de 768 en 384—.

Toda la octava de alimento que empieza desde el pasivo Do-768 y procede mecánicamente por sucesivas transformaciones hasta Si-12 se vera hasta cierto punto afectada.

Pero a este respecto nos dicen que podemos acostumbrarnos a comer mucho menos alimento y que tenemos un apetito artificial y que sentir hambre es en gran parte una cuestión de hábito, lo cual no refleja las verdaderas necesidades del centro instintivo.

Cuando se practica una dieta de hambre, la disminución de este apetito artificial al segundo día se experimenta claramente.

No hablaré más aquí de los trastornos que se producen en el laboratorio inferior, excepto para decir que tanto en la primera fase de la digestión en el estomago acido y tal vez más en estos días en la segunda fase de la digestión llevada a cabo en el duodeno en un medio alcalino, las persistentes emociones de ansiedad y temor, tan características en el hombre moderno, pueden hacer que los jugos digestivos digieran las paredes vivientes que los contienen, y hasta provocar una perforación.

En otras palabras, presas de esas emociones negativas, el hombre comienza a comerse a si mismo.

Nos referiremos ahora al laboratorio intermedio, que es nuestra principal preocupación.

El trabajo que se lleva a cabo ahí es de clase más sutil.

Las materias tratadas en ese laboratorio pertenecen a un orden mucho más fino y más elevado, y así son capaces de mayores usos y mayores abusos.

Este laboratorio intermedio, al cual suponemos, mediante una burda analogía, lleno de los más delicados e intrincados aparatos químicos y eléctricos, exige, por así decir, una temperatura constante, falta completa de humedad, y ausencia de ruidos y vibraciones, para poder llevar a cabo su trabajo.

Cabe observar que recibe sustancias del laboratorio inferior para una nueva transformación y también recibe sustancias para una nueva transformación del laboratorio superior.

Por lo tanto tiene que realizar tareas muy complicadas que son de la mayor importancia para la octava de alimento.

Asimismo, el alimento atmosférico 192 llamado aire entra aquí y es transformado en 96, pasando al laboratorio superior.

Por estar situado en el segundo piso de la casa de tres pisos del hombre, esta íntimamente conectado con el centro emocional, que esta ubicado allí.

Por consiguiente la calidad del trabajo de transformación en el segundo laboratorio dependerá del estado del centro emocional.

Si el estado del centro emocional es bueno, el laboratorio intermedio trabajará bien.

La cosa más dañosa que puede sucedernos es una crisis de violencia.

La violencia actúa como una explosión.

En casos extremos puede llegar a ser tan intensa que daña el laboratorio intermedio permanentemente.

Debido a sus repercusiones en el laboratorio superior puede afectar la razón.

Ahora bien, nos enseñaron que todas las emociones negativas tienen su base en la violencia y llevan a la violencia.

Asimismo sabemos que la violencia sólo engendra la violencia.

Nada se arregla por la violencia —como puede atestiguarlo el mundo—.

Cabe señalar muchas otras cosas, que se pueden observar en uno mismo, respecto de la violencia.

Es preciso, ante todo, llegar a ser consciente de la propia violencia.

Solemos tener crisis menores de violencia.

Es menester circunscribirlas si queremos impedir que toda vida nueva sea asesinada por la violencia.

Todos tenemos que trabajar sobre nuestra violencia porque todos la padecemos aunque muchos lo niegan.

Esos ataques menores de violencia surgen al permitir que las cosas lleguen hasta el punto de "encender nuestra sangre".

De esto se logra "mala sangre" del uno contra el otro.

Es debido al identificarse.

Trate de observar en usted mismo lo que lo enfurece en otra persona hasta tal punto que usted se identifica por completo con esa persona y no puede aguantarla.

Este observar la misma cosa en uno mismo cancela la violencia así como más uno y menos uno se anulan.

Este es el verdadero significado de la palabra griega traducida por "perdonar" —tal como "perdonaos los unos a los otros"—.

No hay señales de "perdonar" en cancelar.

No tiene ningún seudo significado.

Todo queda cancelado como si pasara una chispa eléctrica entre dos cuerpos con cargas opuestas.

Cuanto más engreída es una persona menos podrá "perdonar" viendo la misma cosa en ella misma que la hará más proclive a la violencia, porque el engreimiento impide la auto-observación.

Ella será su propio castigo como lo somos todos.

Ahora bien, un ataque de violencia siempre trastorna la salud.

Es un choque equivocado en un mal lugar.

El choque obra muchas veces varios días después provocando una enfermedad o molestias físicas.

Trastorna el trabajo del laboratorio intermedio, impidiendo, entre otras cosas, la formación de la materia simbolizada por la cifra 96 —cuyo uso tiene que ver con el equilibrio y la protección de lo que llamaré almohadilla de salud entre la vida psíquica y la física.

La disminución de esta materia sutil reduce la resistencia física, mientras que el identificarse reduce la resistencia psicológica.

Ambos estados permiten que las cosas que habría que dejar fuera puedan penetrar.

Las consecuencias son psicosomáticas.

Ahora bien, es preciso recordar que la violencia surge del identificarse.

Si pudiéramos recordarnos a nosotros mismos —esto es, sacar a voluntad nuestra conciencia de las cosas-vida— no nos identificaríamos y así no seriamos violentos.

Maurice Nicoll




EL BOSTEZO Y LA RISA

EL BOSTEZO Y LA RISA
Por: Ouspensky

En todo lo que había dicho sobre los acumuladores, Gurdjeff dijo algo muy interesante respecto al bostezo y la risa.

En nuestro organismo, dijo, hay dos funciones que siguen siendo incomprensibles e inexplicables desde el punto de vista científico, aunque naturalmente la ciencia no admite su incapacidad de explicarlas: éstas son el bostezo y la risa.
                                          
Ni el uno ni la otra pueden ser comprendidos o explicadas correctamente si se ignora todo lo de los acumuladores y de su papel en el organismo.

Ustedes habrán notado que bostezan cuando están cansados.

Esto es especialmente notorio en alpinismo cuando un hombre no acostumbrado escala una montaña: bosteza casi continuamente.

El bostezo tiene por efecto el bombear energía a los pequeños acumuladores.

Cuando se vacían demasiado rápidamente, en otros términos cuando uno de ellos no tiene tiempo de llenarse mientras el otro se está vaciando, el bostezo se hace casi continuo.

En ciertos casos de enfermedad, se puede producir un paro cardiaco, por ejemplo cuando un hombre quiere bostezar pero no puede; en otros casos al estar desarreglado el funcionamiento del bostezo, un hombre puede bostezar sin interrupción, sin provecho alguno, es decir sin poder sacar ninguna energía.

El estudio y la observación del bostezo, hechos desde este punto de vista, pueden revelar muchas cosas nuevas e interesantes.

La risa también está en relación directa con los acumuladores.

Pero la risa es la función opuesta al bostezo.

La risa no nos carga de energía, por el contrario la expulsa, nos extrae la energía superflua que se encuentra almacenada en los acumuladores.

La risa no existe para todos los centros, solamente para los centros divididos en dos mitades — positiva y negativa.

Todavía no he expuesto este tema en detalle; lo haré cuando lleguemos a un estudio más detallado de los centros.

Por el momento consideremos sólo al centro intelectual.

Ciertas impresiones pueden caer sobre las dos mitades del centro a un mismo tiempo, y suscitar de golpe un «sí» y un «no» bien marcados.

Tal simultaneidad del «sí» y del «no» provoca en el centro intelectual una especie de convulsión y, puesto que es incapaz de armonizar y de digerir estas dos impresiones opuestas que un solo hecho determina en él, el centro comienza a derramar hacia afuera, bajo la forma de risa, la energía que le afluye del acumulador con el cual se encuentra conectado.

En otros casos, sucede que el acumulador contiene mucho más energía que la que puede gastar el centro.

Entonces toda impresión, aun la más ordinaria, puede ser percibida como doble; puede caer simultáneamente sobre las dos mitades del centro y producir la risa, es decir un descarga de energía.

No les doy aquí, compréndanlo, sino un esbozo.

Recuerden solamente que el bostezo y la risa son ambos muy contagiosos.

Esto muestra que son esencialmente funciones de los centros instintivo y motor.

¿Por qué la risa es tan agradable? preguntó alguien.

—Porque la risa, respondió Gurdjeff, nos libera de una energía superflua que si se queda sin uso podría volverse negativa, es decir, tóxica.

Tenemos siempre una fuerte dosis de esta sustancia tóxica.

La risa es el antídoto.

Pero este antídoto es necesario sólo mientras seamos incapaces de emplear toda nuestra energía para un trabajo útil.

Se ha dicho que Cristo no rió jamás.

Y en efecto, no encontrarán en los Evangelios la menor alusión al hecho de que Cristo haya reído una sola vez.

Pero hay diferentes formas de no reír.

Algunos nunca ríen porque están completamente sumergidos en sus emociones negativas, su mezquindad, su miedo, su odio, sus sospechas.

MIENTRAS QUE OTROS NO RÍEN PORQUE NO PUEDEN TENER EMOCIONES NEGATIVAS.

Comprendan bien esto: en los centros superiores, la risa no puede existir, ya que, en los centros superiores, no hay división, no hay ni «si» ni «no»."

Ouspensky






CONEXIONES CON EL GRAN ACUMULADOR

CONEXIONES CON EL GRAN ACUMULADOR
Por: Ouspensky

Nuestra meta tendrá que ser entonces el aprender a establecer conexiones entre tal o cual centro y el gran acumulador.

Mientras no seamos capaces de hacer esto, fracasaremos en todas nuestras empresas, puesto que caeremos dormidos antes de que nuestros esfuerzos puedan dar el menor resultado.

Los pequeños acumuladores bastan para el trabajo ordinario, cotidiano, de la vida.

Pero para El Trabajo sobre sí, para el crecimiento interior, y para los esfuerzos que son exigidos de cada hombre que emprende el camino, la energía de estos pequeños acumuladores no es suficiente.

EL CENTRO EMOCIONAL:

Debemos aprender a extraer la energía directamente del gran acumulador.

Esto no es posible, sin embargo, sino con la ayuda del centro emocional.

Es esencial comprender esto.

El contacto con el gran acumulador no puede hacerse sino a través del centro emocional.

Los centros instintivos, motor e intelectual, por si mismos, no pueden alimentarse sino de los pequeños acumuladores.

Esto es precisamente lo que la gente no comprende.

Por lo tanto, su meta debería ser el desarrollo de la actividad del centro emocional.

El centro emocional es un aparato mucho más sutil que el centro intelectual, especialmente si tomamos en consideración que de todas las partes del centro intelectual, la única que trabaja es el aparato formatorio, al cual muchas cosas le son completamente inaccesibles.

Si un hombre quiere saber y comprender más de lo que sabe y comprende hoy día, debe recordar que este nuevo saber y esta nueva comprensión le vendrán a través del centro emocional y no a través del centro intelectual.

Ouspensky




CARBONO 12

CARBONO 12
Por: Maurice Nicoll

CARBONO 12

El primer choque consciente es la transformación del Hidrógeno 48 en el Hidrógeno 24 por medio del Hidrógeno 12.

Este debe ser llevado al lugar de las impresiones entrantes donde actúa como Carbono.

El propósito, si es realmente emocional y puede ser recordado en un momento de dificultad, pone al Carbono 12 en posición.

En un sentido, este Carbono es todo el sentimiento emocional y la valoración que alguien tiene del Trabajo mismo.

Si el poder de trabajar es tan grande en un hombre que no lo olvida, y siente que toda su vida y todo lo que significa se relacionan con él, entonces el Carbono 12 empieza a colocarse en posición correcta, pero si es una mera criatura de los sentidos, etc., esta transformación no puede efectuarse y su vida es, por así decir, una manifestación del Hidrógeno 48.

Si se puede conocer las propias reacciones mecánicas (a través de la observación de si) y al mismo tiempo sentir la presencia del trabajo, entonces se acrecienta la conciencia en el sentido de que se sabe de uno mismo mucho más —es decir, se conoce y se ve la propia mecanicidad a la luz del trabajo y lo que señala, se llega a ser consciente en el trabajo de cómo se actúa en la vida y así; cabe decir que se es consciente en un Hidrogeno superior.

Entonces es preciso pensar en lo que significa el hidrógeno.

El hidrogeno es un punto del universo contemplado en escala cualitativa —a saber, en la escala de los grados de excelencia.

Los hidrógenos inferiores se manifiestan a nuestros sentidos externos como objetos: "piedras", "pasto", "carne", "agua", etc.

Pero cuando se llega al punto del universo llamado Hidrógeno 48, su manifestación es solo interna y por eso tiene que ver con los estados de conciencia.

El Hidrógeno 48 es el más bajo de los asi llamados Hidrógenos psíquicos.

Nuestra conciencia ordinaria emplea, por así decir, Hidrógeno 48.

Entonces ve todo en función de los opuestos.

Como es sabido, la parte formativa del centro intelectual que trabaja con Hidrógeno 48 es llamada la "Tercera Fuerza Ciega".

El alcance de conocimientos que da este Hidrógeno determina para nosotros el mundo de los opuestos y por eso vemos las cosas ya sea como "si", ya sea como "no" y somos incapaces de pensamiento relativo e incapaces de ver como si y no.

Los centros superiores que trabajan con Hidrógeno 12 e Hidrógeno 6 no contienen contradicciones.

Se debe esto a que el grado de iluminación es tal que vemos todos los aspectos de una situación simultáneamente y no divididos en opuestos irreconciliables.

En este" sistema se compara a veces la conciencia con la luz.

Se dice de nuestra vida interior que es oscura y esto es lo que significan las palabras de los Evangelios: "La gente que vive en las tinieblas".

La idea de la observación de si es la de dejar penetrar un rayo de luz en estas tinieblas.

Debemos imaginar que ser consciente en un hidrogeno superior o por medio de un hidrogeno superior es similar a tener una luz muy fuerte que ilumina todo.

Mientras la luz de una vela ilumina débilmente el contorno, la luz de una lámpara incandescente ilumina los lugares que antes estaban en la sombra y nos permite ver todo en una relación por completo diferente.

De modo análogo, ser consciente en un Hidrogeno superior es ver relaciones enteramente nuevas, y este descubrimiento de nuevas relaciones nos ocurre a veces en momentos de congoja y desdicha en que de súbito todo se transforma y vemos las cosas a una luz por entero diferente.

Cuando permanecemos fijados en nuestros estados negativos, cuando estamos llenos de auto-compasión y solo tenemos conciencia de las heridas infligidas a nuestro amor propio, etc., vemos todo de una manera muy oscura.

De hecho, estamos conscientes en el Hidrógeno 48, digamos.

Pero cuando tenemos un momento de despertar y nos sentimos levantados de nuestro estado por la acción del trabajo, todos los pensamientos y emociones que teníamos en aquel estado nos parecen ahora triviales.

No podemos comprender por qué hemos dicho esto o pensado aquello.

Este es un momento de iluminación, de luz más intensa, y por lo tanto de conciencia acrecentada, en el sentido de que "conocemos simultáneamente" mucho más de lo que conocemos en nuestro estado de contracción.

Todo cobra sus proporciones verdaderas, por así decirlo, a la luz de esta conciencia acrecentada, por eso cabe decir que en ese momento somos conscientes en un Hidrogeno superior.

En realidad, en tal momento somos conscientes de un punto superior en el universo contemplado como una escala de cualidades representadas por Hidrógenos.

Muy sencillamente, nos elevamos un momento por encima de nosotros mismos y vemos las cosas a una nueva luz.

Cada cual debe darse cuenta de que en diferentes momentos está en peor o mejor estado, y sobre la base de esta experiencia perfectamente incontrovertible podemos tener la certidumbre de que existen grados superiores de conciencia.

Creo que es un error tratar de relacionar los cuatro estados de conciencia con los Hidrógenos.

Es preciso presentar las dos ideas separadamente, aunque es evidente que están conectadas entre si.

El tercer estado de conciencia —a saber, la percepción de si o recuerdo de si— siempre surge de un Hidrógeno superior, que puede ser Hidrógeno 24, o Hidrógeno 12 o aun, muy escasas veces, Hidrógeno 6.

Es sabido que un hombre debe crear ante todo los Hidrógenos superiores en si en su intento de darse el primer choque consciente, y si es posible, el segundo choque consciente que pone en movimiento nuevas octavas de desarrollo en su cuerpo de todos los Hidrógenos.

Quisiera que trataran de entenderlo y captaran así una visión del universo contemplado como una escala de Hidrógeno.

Esto tiene que ver con intensidad de significado y uso —es decir, es cualitativo, no cuantitativo.

Reflexionen ustedes sobre este particular, y examinen la habitación donde se encuentran.

Verán cosas diferentes —cosas hechas con madera, cosas hechas con piedra, quizá un poco de comida en la mesa, agua, aire, etc.

¿Han pensado alguna vez en la relación que todas estas cosas tienen una con la otra?

Si lo han hecho, verán por que cuando el señor Ouspensky oyó mencionar por primera vez la tabla de hidrógenos, dijo que este era un conocimiento que provenía de los centros superiores.

Recordarán que cada ser vivo puede ser definido por lo que come, por quien lo come, etc.

La vaca puede comer las flores que están en un jarrón sobre la mesa, pero ustedes no pueden hacerlo; pero pueden comerse la vaca.

Los insectos comen la madera de la silla sobre la cual están sentados.

La madera de la silla sobre la cual están sentados es cierto punto en el universo.

La carne tiene una organización superior y es un punto diferente en el universo; sus funciones, sus propiedades, su empleo, sus posibilidades, son por entero diferentes.

Ahora ocupémonos del pensamiento, basado en el Hidrógeno 48; sus usos, sus propiedades, sus funciones, son por entero diferentes de los de la carne, y empero tiene sus propiedades.

La carne es más inteligente, por así decir, que la madera, y el pensamiento es más inteligente que la carne.

Una patata cocida es más inteligente que una patata cruda porque es 768 y puede ser comida por el hombre.

La percepción emocional, si se basa realmente en el Hidrógeno 24, es mucho más inteligente que la percepción basada en el Hidrógeno 48.